La lavadora se ha convertido en una gran aliada al momento de dejar limpia nuestra ropa, sin embargo, muchos desconocen que el uso que se le da es clave para tener un lavado más eficiente. Aquí te dejamos una interesante guía para que obtengas mejores resultados al usar tu lavadora.
Detergente y suavizante de telas
Las lavadoras de carga frontal tienen un cajón para dispensar el detergente durante los ciclos de lavado, ya sea detergente líquido o en polvo, además, también puede tener compartimentos separados para el suavizante de telas (aplicable durante el enjuague final) y el blanqueador. Nuestras presentaciones de Deja, se colocan directamente, pero para asegurarse, consulte primero las instrucciones.
La cantidad de detergente que se aplica al lavado va de acuerdo con: suministro de agua, ropa dura o blanda, qué tan sucia esté y el tamaño tenga la carga.
Configuración y ciclos de la lavadora
Es importante realizar las configuraciones de acuerdo con el tipo de ropa, con el objetivo de que las prendas queden completamente limpias y para evitar que se tiñan de color. Separar y luego organizar la ropa sucia en sus categorías de configuración, antes del día de lavado, es una excelente opción.
Es importante comprobar siempre la etiqueta de cuidado de la ropa antes de lavarla; esta indicará qué configuración de la lavadora debes usar y cómo realizar el proceso de secado.
Cada lavadora mostrará su configuración de una manera ligeramente diferente. Se recomienda consultar el manual para familiarizarse con los ajustes y ciclos disponibles. A continuación, detallaremos cada uno de ellos:
Normal: para tejidos de algodón y tejidos mixtos de colores. Este ciclo utiliza agua tibia (30 o 40°C) para lavar la ropa, seguido de un enjuague con agua fría, con velocidades moderadas de agitación (centrifugado de la máquina). Los detergentes modernos como Deja Líquido para Diluir funcionan a la perfección con 30 o 40°C. Recuerda que el lavado a una temperatura más baja ahorrará energía y resultará más económico para tu hogar a largo plazo.
Blancos: para la ropa blanca. Este ciclo generalmente usa el agua más caliente (60 o 90°C) y las velocidades de agitación más fuertes para sacar la suciedad.
Delicados: para encajes y otras telas que podrían dañarse con un lavado vigoroso. Este ciclo suave utiliza agua fría y velocidades de agitación lentas. Deja Líquido para Diluir es ideal para todos los tipos de ropa, en especial para este.
Planchado permanente: para prendas que no requieren plancha para mantener intactas las propiedades de las telas. Es similar a la configuración Normal, pero durante el ciclo de centrifugado, la ropa se rocía continuamente con agua para mantenerla húmeda.
Enjuague rápido: para cargas de ropa pequeñas y ligeramente sucias. Esta configuración requiere menos agua y contribuye al ahorro de energía.
Prelavado: para cargas muy sucias que requieren una limpieza exhaustiva. El prelavado cuenta como un ciclo de aclarado extra con agua fría y no se utiliza detergente.
Limpia regularmente tu lavadora
Configura la lavadora en un ciclo caliente y agrega una taza de vinagre blanco para desinfectar la máquina, esto ayudará a mantenerla limpia para tus futuras lavadas y a eliminar posibles olores.
No dejes nada en los bolsillos
Revisa todos los bolsillos y así evitarás empezar el proceso de lavado con la presencia de servilletas, monedas, accesorios de plástico, etc.
¡Una servilleta suelta podría dejar toda tu carga cubierta de pelusa blanca!
No sobrecargar la lavadora
Asegúrate de nunca sobrecargar tu lavadora: su eficiencia se verá reducida, impactando en la limpieza de tu ropa y podrías duplicar los esfuerzos de su motor.
Evita dejar la ropa mojada por mucho tiempo
La humedad de la ropa mojada podría provocar la acumulación de moho en el interior de la lavadora o incluso en las prendas. Retire la ropa de la lavadora lo antes posible después de finalizar el ciclo de enjuague y secado.
Siguiendo estos consejos, el proceso de lavado de tu ropa será más simple, rápido y efectivo, disfrutando al máximo la limpieza de tus prendas.