Si una prenda está muy manchada, quizás sea necesario ponerla en remojo antes de lavarla. En primer lugar, comprobar:
Que la prenda no decolore (consultar la etiqueta de cuidados)
Que no se trata de una prenda de lana, seda o piel o con un acabado ignífugo, o con cierres metálicos
Que el jabón se absorbe por completo antes de meter la prenda en el agua, y que la temperatura del agua no sea demasiado caliente para el tejido o el tinte.
Que la prenda no esté arrugada.
Que no se pongan en remojo al mismo tiempo prendas blancas y de color, especialmente nylon blanco, y que no se utiliza una bañera o un lavamanos esmaltado en blanco para remojar las prendas.